Posibles efectos en México
El principal efecto de la situación de la economía estadounidense en México será la disminución en el ritmo de crecimiento o la franca contracción de las exportaciones. En particular las de la industria manufacturera debido a que su vinculación a la actividad económica de EUA es muy profunda. Una de las industrias que en particular podría contraerse es la automotriz, las ventas de autos y camionetas nuevos en EUA se redujeron 4.4 por ciento en términos anuales en enero de 2008 y recordemos que en el 2007 las exportaciones de automóviles de México al mercado norteamericano se redujeron en 4.2 por ciento.
En Estados Unidos están respondiendo con diversos instrumentos de política económica para enfrentar la crisis económico-financiera.
La Reserva Federal tiene como objetivos tanto la inflación como el crecimiento económico, por lo que las medidas que ha tomado tratan de incidir sobre la producción pero sin descuidar el mantener bajo control el crecimiento de los precios. En lo referente a la política fiscal, aunque de manera intertemporal se busca tener un balance fiscal equilibrado (en este caso para 2012), en el corto plazo Estados Unidos está ampliando el déficit fiscal para enfrentar la situación actual a través de un paquete de estímulos fiscales a la demanda agregada por un monto de 168 mil MDD, equivalentes al 1.2% del PIB. Con el efecto multiplicador que esto tendrá, la tasa de crecimiento de la economía podría incrementarse en cerca de 2 puntos. La política cambiaria se ha utilizado para ir corrigiendo el desequilibrio externo del país, dejando que el dólar se deprecie frente a otras divisas. Ello ha contribuido a que la actividad manufacturera todavía registre signos positivos, asociados principalmente a las exportaciones.
En contraste, en México existen diversas dificultades para aplicar una política contracíclica real debido a que los instrumentos de política económica enfrentan limitaciones que operan como una camisa de fuerza y entorpecen la aplicación de medidas contracíclicas. En lo referente a la política monetaria,
Entonces, ¿qué se ha hecho En México?, muy poco, excepto por el programa anunciado de infraestructura que en una primera etapa es de 40 mil millones de pesos, equivalentes solamente al 0.4 por ciento del PIB, y además con poco efecto multiplicador porque se basa en parte en recursos obtenidos vía mayores impuestos (IETU), lo que implica que se sustituye al gasto privado con gasto público. En cuanto a los otros instrumentos, el Banco de México no ha reducido la tasa de interés interbancaria y el peso, aunque se ha estado devaluando contra monedas como el euro y el yen, no lo ha hecho respecto a la moneda de nuestro principal socio comercial, el dólar.
La crisis de Estados Unidos afectará invariablemente a la economía mexicana, pero la respuesta en México ha sido muy limitada y tibia. Se requiere un mayor impulso a la demanda agregada. No es que el anunciado apoyo a la infraestructura no sea positivo, sino que es insuficiente. Además, está financiado en parte con recursos provenientes del sector privado vía nuevos impuestos, lo que implica una sustitución de gasto público por gasto privado y no necesariamente un incremento neto en la demanda agregada. Es necesario reorientar las políticas públicas y flexibilizar la legislación para poder impulsar una verdadera política contracíclica que nos permita enfrentar mejor la crisis económico-financiera proveniente de Estados Unidos en los meses venideros.
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